Estos Carnavales no pintaban muy bien, la verdad es que no me quería disfrazar, me daba mazo de palo, sin embargo acabamos haciendo el imbecil como los demás. Edu y su compi de trabajo, Richard y yo, nos vestimos de SWAT e invadimos las calles madrileñas. Sin duda fue una de las salidas más divertidas desde hacía tiempo. La gente se partía e hicimos el ridículo de variadas maneras. Eso si, en los bares nos invitaban! Eso fue lo mejor, y conocimos a multiples individuos curiosos jajajaja.
Y qué pasa con las enfermeras? Pues que curan los males, sea lo que sea...jajajaja
PD: La lástima fue no ver a los locos mineros...mierda de móvil sin batería.
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