Diario de Julián Merenguez. Un macho muy macho.
Día 1 (lunes): Hoy he llegado tarde al trabajo. Ayer María me dejó y hoy no había nadie que me levantara. Para colmo tampoco he desayunado por supuesto. La he llamado para que viniera a hacérmelo, pero la muy perra no lo coge. En el trabajo ha sido un día horrible, hoy he tenido que trabajar, ha sido uno de esos días que hacen que te cabrees. Menos mal que mis amigos me han rescatado y nos hemos ido a pasar la tarde tomando copas y luego a cenar. Que sea tu mujer quien te deje y no al revés es un golpe muy duro, a parte de algo antinatural, pero yo soy un macho, soy EL MACHO y a mi no me asusta ni Ana Obregón.
Día 2 (martes): La madre que parió a las mujeres. No sólo se ha marchado de casa, sino que además se ha llevado la comida. Tendré que ir yo mismo a hacer la compra. Esa selva llamada supermercado sólo me trae horribles recuerdos de cerdos devorando bollos en la panadería, olor a pescado y cajeras con muchos granos. He preparado una lista que creo me servirá para sobrevivir los próximos cinco días sin tener que recurrir al Telepizza: 5 barras de pan, 8 yogures de sabor a macedonia, pescado fresco, 4 pizzas congeladas, unos chetos y una tarrina de helado. Mañana será otro día, lo malo es que ya no voy a follar.
Día 3 (miércoles): Hoy ha sido el peor día de mi vida. En el trabajo he pedido la baja por asuntos sentimentales, pero no les ha convencido. Odio a esos burócratas, parecen estreñidos, claro, como ahora está de moda no tirarse pedos se angustian y se les queda cara de alcachofa. Luego he tenido que ir a hacer la compra, una experiencia que no se la recomiendo ni a mis peores enemigos. Es una vergüenza que ZP permita que los hombres tengamos que hacer la compra. Cuando buscaba la pescadería, he empezado a encontrarme mal y he decidido marcharme. Mi lista se ha visto sensiblemente reducida. He sustituido el pescado por unos m&ms y el pan por unos donettes que he encontrado en la caja. La cajera me ha asegurado que eran muy alimenticios. En el momento no pensé que fuera a haber problemas, pero la muy cabrona me había desprogramado el microondas antes de irse y he quemado las pizzas. Al final, y tras una ardua aventura por el maravilloso mundo culinario, he decidido bajarme al bar a cenar. Mañana contrataré una asistenta.
Día 4 (jueves): Ya es jueves en mi mundo y me encuentro muy solo. Se me ha ocurrido comprar una serpiente, me han dicho que no son sucias y que no hay que sacarlas a pasear. Antes de ir a trabajar he colgado un cartel en la puerta pero ninguna asistenta ha llamado todavía. Por otro lado he vuelto a intentar cocinar, pero por alguna extraña razón, el microondas ha explotado. Los bomberos me han explicado que no se pueden meter cosas metálicas en el microondas y que la próxima vez le quite la bandeja de metal a la lasaña antes de calentarla. Esto de la cocina sale muy caro, ahora entiendo por que los ricos siempre salen a cenar a restaurantes.
Día 5 (viernes): Hoy escribo antes de salir con mis amigos, porque hoy pintan copas y cuando vuelva estaré borracho y dudo que pueda escribir. Por lo demás, ya tengo la serpiente. La he llamado mordisquitos, porque ha mordido al vendedor cuando me la metía en el terrario. Tampoco se perderá mucho si muere, creo que era maricón. Se me han acabado los donettes, así que rezaré para que aparezca asistenta mañana. También he echado la quiniela, será tradición a partir de ahora.
Día 6 (sábado): Hoy ha sido uno de esos días extraños y que nunca llegaré a comprender. Me he despertado en un hotel de Toledo y no recordaba absolutamente nada. La recepcionista del hotel me ha dicho que llegué con una mujer que se marchó 4 horas antes de que yo despertara. Bueno, por lo menos he follado. Al salir del hotel he caído en la cuenta de que no llevé coche, así que no podía estar allí. Lo malo es que mi cartera tampoco estaba, serio problema si tenemos en cuenta que me encontraba a más de 100 kilómetros de mi casa. Por suerte mi móvil si estaba y he llamado a un taxi para que me llevara a casa. He hablado con dos amigos pero iban peor que yo y tampoco recuerdan nada. José, que no bebe porque es un calzonazos y su mujer le tiene dominado, tendría que saberlo. Habíamos quedado para ver el fútbol por la noche, pero no hubo que esperar hasta el partido para saber algo más de aquella noche. A las 7 se presentó en casa una mujer, un pivón, para ser más exactos. Se llama Lucía. Me explicó que la noche anterior yo le había entrado preguntándole si quería ser mi chacha, ella me abofeteó, pero luego y tras explicarle mis peripecias con el microondas comenzamos a hablar y nos acabamos liando. Sin embargo ella tampoco sabe cómo coño acabamos en Toledo, supongo que nunca lo sabré. Por la mañana, al despertarse, me vio medio muerto y decidió llevarse la cartera para saber dónde vivía y para pagarse el autobús. Por supuesto le he dicho que se lo descontaré del sueldo. Ahora me invade una duda, si va a ser mi asistenta y se acuesta conmigo...¿es mi porno chacha?. Nunca he sido bueno en lengua, espero que ella si. Ya por la noche he visto el partido con los amigos y después hemos comentado todo lo que pasó la noche anterior. Me he reído como hacía mucho tiempo.
Día 7 (domingo): En un alarde de imaginación he decidido cambiar de sitio una planta, por fin empiezo a poner las cosas en su sitio. Odio los domingos, hay poco que hacer, creo que me voy a comprar un pin-ball, porque la puta serpiente no hace más que dormir.
Día 8 (lunes): Hoy he llegado tarde al trabajo porque sin querer me he ido sin zapatos y he tenido que parar para comprarme unos por el camino. Como antes me los ponía siempre mi mujer, no estoy acostumbrado. El vendedor no daba crédito, pero yo tampoco. Hoy también ha sido el primer día de trabajo de Lucía. Me ha dicho que era un cerdo por cómo tenía la casa, y no se equivoca. Pero por fin hay orden en mi casa. En su primer día de trabajo ha conseguido limpiar lo que yo he ensuciado en una semana, y le ha dado tiempo a echarme un polvo. Esta tía llegará lejos.
Día 9 (martes): Los martes suelen ser días grandes, pero hoy lo único grande ha sido la ostia que me he pegado con el coche. Menos mal que era el de mi mujer. Ya se sabe, quien se fue a Sevilla... Me han tenido en observación, pero no han encontrado nada malo y en tres horas me han largado. Que feas son las enfermeras de los hospitales públicos, voy a hacerme un seguro privado para poder ver enfermeras que estén buenas. Además, con mi ex-mujer fuera de casa creo que visitaré mucho el hospital.
Día 10 (miércoles): Me siento viejo, recuerdo que antes cuando comía cosas caducadas no me ponía malo, sin embargo hoy tengo una cagalera que se me caen hasta los pantalones por haber abusado del pescado en mal estado. La vecina del tercero me ha invitado a su casa. Por supuesto le he preguntado que si íbamos a follar, pero como no me ha contestado creo que me seguiré tirando a la asistenta que es una puta de campeonato.
Día 11 (jueves): Me he quedado sin champú y he usado pasta de dientes para lavarme. No descarto repetir, porque me encanta el olor a menta que se queda. Por si acaso le he dejado una nota a Lucía diciéndole que compre 10 tubos de pasta de dientes y un bote de champú. También he cambiado la cerradura, no vaya a volver María con ganas de llevarse la tostadora, para un electrodoméstico que se usar... Hoy Lucía ha intentado enseñarme a utilizar la sandwichera, pero he vuelto a acabar en el hospital porque se me ha quedado la mano dentro al cerrarla. Un fallo técnico. Por lo menos me han dado la baja. Lo malo es que ya no puedo hacerme pajas, tendré que pedirle a Lucía que me las haga ella. Menos mal que el Madrid ha pasado a la siguiente fase de la champions y se me ha quedado buen sabor de boca. Un macho nunca sufre.
Día 12 (viernes): Hoy voy a repetir con los amigos, sin mujeres, que son muy golfas y nos putean siempre con sus reglas éticas: Que si no es bueno beber, que no potemos en las tetas de alguna tía, que no tiremos cubos de basura a las vías del tren, en fin, que son unas aguafiestas. Claro que cuando esté lo suficientemente borracho no dudaré en llamar a alguna para intentar profundizar en nuestra relación. Es la mejor excusa, si me reprochan algo diré que iba borracho. Por lo demás hoy ha sido un día muy aburrido, un poco más y me pego un tiro, toda la mañana viendo a la Maria Teresa Campos. Pero es que no me apetecía levantarme a por el mando de la tele.
Día 13 (sábado): Ayer por la noche fue todavía más absurda que la anterior; Hemos matado a una cabra. No se muy bien cómo, pero recuerdo estar todos en una granja de Galapagar, robar la susodicha cabra y despeñarla por un paso elevado de la carretera de La Coruña. Luego nos fuimos a un bar a terminar la noche de la manera más alcohólica posible, pero acabamos nuevamente en el hospital porque Manolo entró a la novia del portero y acabamos todos a palos. A este paso voy a hacerme socio del hospital, porque lo visito más que a mi madre.
Día 14 (domingo): Hoy me he vuelto a acordar de mi mujer y he montado un rastrillo en la calle con la ropa que no se había llevado. He ganado 340 euros. Cuando lo sepa me va a matar. Por la tarde me aburría mucho y me he puesto a jugar al fútbol en el salón de mi casa. Todo era muy divertido hasta que me he cargado el terrario y la serpiente se ha escapado. Sin embargo no he perdido la calma y he abierto la puerta de casa para que saliera sin picarme. Pasadas 3 horas la he visto irse hacia el descansillo de la escalera y he cerrado la puerta por si volvía a entrar. Rápidamente he escondido el terrario para que no pudieran acusarme de nada. Juro que he rezado para que no pasara nada, pero la serpiente ha picado a la vecina de abajo y ha muerto. Daños colaterales. Menos mal que todo tiene su lado positivo, si sus hijos venden la casa igual me la compro y hago un dúplex.
Día 15 (lunes): Ahora que tengo libres las mañanas he estado analizando mi futuro profesional. Creo que tengo el deber como macho de resolver los problemas de nosotros los hombres cara a las mujeres, así que me voy a hacer consejero matrimonial. Este país se hunde y alguien tiene que velar por nuestros intereses y evitar que pase lo que me ha pasado a mi. Lucía me ha aconsejado que me lo piense, pero ¿qué sabrá ella de negocios?. Una mujer dándome consejos, ahora sí que he caído bajo. Esta creciente opresión femenina ha de remitir. Para colmo pongo la tele y no hay nada decente. Cada día la odio más, desde que no ponen partido los lunes no vale la pena ni encenderla, ¿que pretenden que vea, Puta y los siete?.
Día 16 (martes): Mañana es final de mes y Lucía me ha preguntado cuándo le voy a pagar, porque por supuesto la tengo contratada de forma ilegal. Ya he redactado mi primera norma para que aquel calzonazos que acuda a mi consulta se convierta en un macho como yo. He seleccionado un par locales en el periódico, iré a verlos cuando me den el alta, que espero sea lo más tarde posible. Como ya no tengo serpiente y ha resultado ser muy peligrosa, he decidido cambiar de mascota. No más bichos exóticos, me quedo con un perro. Ya decidiré la raza, pero no será un perro rata de esos que Dios creó para los maricones.
Día 17 (miércoles): Hoy ha ganado el Madrid y estoy radiante. La champions es nuestra. Que tranquilidad sin mujeres a mi alrededor revoloteando como buitres, esperando a que me levante para ir al baño para cambiar de canal. Y sin que se preocupen por mi salud limitándome la cerveza. Ya he comprado el perro, es un pastor alemán. A mi me ha gustado porque es una bestia y tiene unos dientes enormes, pero a Lucía no le ha hecho mucha gracia y hoy se ha ido antes de casa. ¿Cómo quieren que aguante a las mujeres si no entienden que si hacen algo que no me gusta les lanzaré a Brutus para que las muerda?. Mira que son raras, si fuera a pegarles un tiro lo entendería, pero un mordisco no es para tanto. Hoy además me he solidarizado con el perro y he ido como él, desnudo todo el día. Lucía ha dicho que parezco un oso con tanto pelo, pero es que si no lo tuviera tendría complejo de maricón.
Día 18 (jueves): Hoy me he comprado un disco por internet. Odio estas nuevas tecnologías, seguro que las inventó un maricón, porque una mujer no sabe y un macho no pierde el tiempo en estas cosas. Un macho se dedica a follar, a dormir, a ver partidos, a beber, a comer y a lavar el coche. Lo demás no está hecho para los machos. Y que conste que si trabajo es sólo para poder hacer el macho de manera más acomodada. Hoy he visto un programa de niños que nacen débiles y han de estar en la incubadora de la maternidad durante semanas para sobrevivir. Estoy indignado. En una de estas incendio la maternidad, los machos sólo nacemos en lugares de machos, como el sofá, el asiento trasero de un coche o la grada de un estadio, con la excepción de los pueblos donde se admiten los pajares. Sólo si la cosa está muy mal se va a un hospital pero de la cruz roja, que como tiene la cruz roja parece más agresiva. Como se puede ver voy avanzando en mi teoría del macho. Pronto seré el Sócrates del siglo XXI, pero eso sí, a lo macho. Lucía me ha insistido por la paga y le he dicho que en tres días se la daría, no la he dejado decir más porque me ha dado un calentón y me la he tirado allí mismo. Como ahora no llevo ropa, pierdo menos tiempo cuando me apetece. Me han llamado mis amigos porque tienen entradas para el Madrid-Depor del domingo. Menos mal que me van a sacar de la rutina diaria, estoy harto de las conversaciones de Lucía. Dudo que alguna mujer tenga conversación interesante, no lo puedo asegurar al 100% porque nunca las escucho, pero es casi seguro.
Día 19 (viernes): He comprado 500 cervezas para el fin de semana. Esta noche he organizado una fiesta en mi casa y le he dicho a Lucía que se traiga unas amigas, cuanto más putas mejor, porque quiero pasarlo bien. Mis amigos me han prometido una sorpresa y estoy que no cago de los nervios. De todas formas y a pesar de la fiesta me he tirado dos veces a Lucía. Es que no tengo otra diversión, lo malo es que habla. Ojalá fuera muda. He escrito un anuncio en el periódico: “Macho busca sumisa para hacer todo tipo de tareas sin rechistar y que practique el sexo en todas las posturas. Sólo mudas. Abstenerse sordomudas“. Seguro que antes de que chasquee los dedos caerán siete u ocho.
Día 20 (sábado): Hoy me he despertado a las siete de la tarde. La bacanal de ayer fue espectacular. Fue genial, siete mujeres cumpliendo nuestros deseos fueran cuales fueran y a la par bebiendo cerveza y viendo una reposición del partido de la final de la séptima copa de Europa que ganó el Madrid. El sueño de un macho, hecho realidad. El regalo de mis amigos me emocionó. Era nada más y nada menos que un bonoputas de diez viajes. Me dijeron sabían que no estaba bien, pero yo les respondí que un macho nunca se arruga salvo cuando envejece, y que si envejece es por culpa de las mujeres que nos dan muchos disgustos.
Día 21 (domingo): Hoy me sentía amable y he sacado el dinero para pagar a Lucía. No he hecho muchas cosas, como de costumbre, pero como es el día libre de Lucía he tenido problemas para saciar mis ganas de sexo. Llamé a Lucía para que viniera, pero no cogió el móvil. Luego intenté follarme el aspirador e incluso intenté enseñar a Brutus a mamarmela, pero nada dio resultado, así que tuve que forzar mi dolorida mano para hacerme una paja. Pero sólo por el hecho de que la vecina del edificio de enfrente me haya visto por la ventana hacérmela, ha valido la pena. A las 6 he quedado con los amigos para ir a ver el partido del Madrid, porque antes hay que emborracharse, claro. ¿Qué es un hombre sobrio en un estadio?, pues un maricón, está claro. Cuando se me ha pasado un poco la borrachera y me he enterado de que habíamos ganado, hemos hecho lo que hacen los machos en tan alegres circunstancias: enseñarles el culo a los aficionados contrarios y ofrecer el miembro a las aficionadas rivales para que feliciten a los ganadores como sólo ellas saben. Hemos acabado en comisaría, como de costumbre, pero esto ya es tradición.
Día 22 (lunes): Desde que tengo la baja adoro los lunes porque no hay que trabajar. Lo malo es que hoy casi me da un infarto por culpa de Lucía y creo que he envejecido diez años. Lo que yo decía, las mujeres nos van a matar. Resulta que Lucía era una puta y me pide más de 25.000 euros de factura. ¿Cómo iba yo a imaginar que era puta?. Lo que no me cuadra es que me cobre ella a mi y no al revés. Estar con un macho como yo es como tocar la Luna. Le he dado 600 euros y le he dicho que no le iba a dar más. Me ha dicho que ya me lo pagaría en tono amenazante y que mañana no vendría a currar. No importa, aún puedo vivir una semana hasta que esto parezca una pocilga, y para entonces ya tendré asistenta. Voy a beberme tres cervezas.
Día 23 (martes): Sin noticias de Lucía, así que he llamado al Telepizza para comer algo. Hoy dentro de una semana el Madrid juega la final de la champions. Será un acontecimiento único. Tengo que hacer algo para ir a ver ese partido.
Día 24 (miércoles): He contratado a un matón por 2.000 euros para que robe una entrada para el partido de la final de la champions. Me ha dicho que en 2 días me tendría la entrada.
Día 25 (jueves): Hoy me he sentido por unos segundos acojonado, porque un macho no tiene miedo, se acojona, que para algo tiene los cojones. Me ha hecho una visita un mafioso, que por lo visto era el chulo de Lucía, y me ha dicho que o pagaba en una semana o moriría. Estoy un tanto intranquilo, pero yo no me amilano, así que me he puesto a beber cerveza. Pronto me han entrado ganas de follar, y como tengo el bonoputas, no he dudado en utilizarlo. Por la noche he ido a cenar al bar y he llamado al jefe para insultar a su mujer. Ha sido muy productivo, porque me ha despedido. Justo lo que yo pretendía. Mañana empezaré a buscar local para mi consulta de asesoría matrimonial.
Día 26 (viernes): Hoy ha llegado el matón a sueldo con la entrada que le encargué. Hoy soy más feliz que de costumbre. Además he decidido acondicionar mi casa para la consulta y así ahorrar costes. Hoy voy a salir con los amigos para celebrarlo. Y hoy pago yo, que para algo soy tan macho.
Día 27 (sábado): Ayer ligué con una sudamericana. Mira que era fea, pero en la cama tiraba incluso mejor que Lucía. Me ha ofrecido ser mi esclava sexual a cambio de casarse conmigo para obtener los papeles, pero no quiero tener más problemas así que he decidido negarme. Recuerdo cuando María me pidió que me casara con ella. Ella si que parecía sincera, por eso me gustó, porque a parte de sumisa, era sentida. Pero lo veo lógico, ¿qué puede haber más placentero para una mujer que vivir para mi?. Hoy no he salido, estoy ultimando la apertura de mi negocio y he comprado el billete de avión para París para ver la final de la champions.
Día 28 (domingo): Hoy me he acordado de que Brutus lleva una semana encerrado en el trastero con el bozal puesto. Pero ya era tarde para él, porque había muerto. Lo he dejado en la puerta para que el portero pase a recogerlo mañana. La estrecha de mi vecina me ha limpiado la casa, pero después no ha querido limpiar nada más, así que no le he dado propina. Este mundo se parece cada día más a un infierno donde las mujeres puedan tomar decisiones a espaldas de los hombres. Sólo de pensarlo envejezco. Esto pasa porque cada día hay más maricones. Menos mal que mañana me largo a París y no pensaré en la debacle que los machos estamos sufriendo.
Día 29 (lunes): Hoy he viajado en avión y me he llevado una desagradable sorpresa porque no existe ninguna “clase macho”. Esto tiene que cambiar, no he dudado en sugerir que instauren dicha clase, con mujeres haciendo stripteasse, mucha cerveza y demás diversiones propias de nuestra hombría. El hotel en el que me alojo se llama “Le soleil du Paris”. Como yo se idiomas, entendí perfectamente que eso significa los solteros de París, con lo que imagino que a la noche vendrán putas para amenizarme la espera del partido. Mientras aguardo su llegada voy a pedir unas birras al servicio de habitaciones.
Día 30 (martes): Hoy ha sido el mejor día de mi vida. El Madrid ha ganado la décima copa de Europa. Son las 5 de la mañana y acabo de follar con una francesa que me he encontrado por la calle y que me ha hecho de todo y ha puesto la guinda a este día tan glorioso. Por cierto, ahora entiendo por qué le llaman francés, si es que las españolas no lo saben hacer... Mañana vuelvo a España sobre la hora de comer. Pronto hará un mes que la perra de mi mujer se largó de casa. No sé absolutamente nada de ella. La voy a echar de menos por lo servicial que era. Pobre, lo que va a sufrir sin mi. Ahora voy a echar a esta golfa de la habitación porque ya me está tocando los cojones habla que te habla. Lo que yo digo, la mujer perfecta no existe, pero una buena sería muda.
Día 31 (miércoles):
Noticias del miércoles 31 de Mayo de 2006: Muere un hombre en su domicilio de Madrid apuñalado a las 4 de la tarde. Su nombre era Julián Merenguez. Según fuentes cercanas a la investigación, la mafia de las prostitutas puede estar detrás del crimen. Sus amigos siempre le recordarán como era: Un macho de los que nunca se olvidan....
Moraleja del macho: A quien mala puta se folla, pronto le cortan la polla.
Día 1 (lunes): Hoy he llegado tarde al trabajo. Ayer María me dejó y hoy no había nadie que me levantara. Para colmo tampoco he desayunado por supuesto. La he llamado para que viniera a hacérmelo, pero la muy perra no lo coge. En el trabajo ha sido un día horrible, hoy he tenido que trabajar, ha sido uno de esos días que hacen que te cabrees. Menos mal que mis amigos me han rescatado y nos hemos ido a pasar la tarde tomando copas y luego a cenar. Que sea tu mujer quien te deje y no al revés es un golpe muy duro, a parte de algo antinatural, pero yo soy un macho, soy EL MACHO y a mi no me asusta ni Ana Obregón.
Día 2 (martes): La madre que parió a las mujeres. No sólo se ha marchado de casa, sino que además se ha llevado la comida. Tendré que ir yo mismo a hacer la compra. Esa selva llamada supermercado sólo me trae horribles recuerdos de cerdos devorando bollos en la panadería, olor a pescado y cajeras con muchos granos. He preparado una lista que creo me servirá para sobrevivir los próximos cinco días sin tener que recurrir al Telepizza: 5 barras de pan, 8 yogures de sabor a macedonia, pescado fresco, 4 pizzas congeladas, unos chetos y una tarrina de helado. Mañana será otro día, lo malo es que ya no voy a follar.
Día 3 (miércoles): Hoy ha sido el peor día de mi vida. En el trabajo he pedido la baja por asuntos sentimentales, pero no les ha convencido. Odio a esos burócratas, parecen estreñidos, claro, como ahora está de moda no tirarse pedos se angustian y se les queda cara de alcachofa. Luego he tenido que ir a hacer la compra, una experiencia que no se la recomiendo ni a mis peores enemigos. Es una vergüenza que ZP permita que los hombres tengamos que hacer la compra. Cuando buscaba la pescadería, he empezado a encontrarme mal y he decidido marcharme. Mi lista se ha visto sensiblemente reducida. He sustituido el pescado por unos m&ms y el pan por unos donettes que he encontrado en la caja. La cajera me ha asegurado que eran muy alimenticios. En el momento no pensé que fuera a haber problemas, pero la muy cabrona me había desprogramado el microondas antes de irse y he quemado las pizzas. Al final, y tras una ardua aventura por el maravilloso mundo culinario, he decidido bajarme al bar a cenar. Mañana contrataré una asistenta.
Día 4 (jueves): Ya es jueves en mi mundo y me encuentro muy solo. Se me ha ocurrido comprar una serpiente, me han dicho que no son sucias y que no hay que sacarlas a pasear. Antes de ir a trabajar he colgado un cartel en la puerta pero ninguna asistenta ha llamado todavía. Por otro lado he vuelto a intentar cocinar, pero por alguna extraña razón, el microondas ha explotado. Los bomberos me han explicado que no se pueden meter cosas metálicas en el microondas y que la próxima vez le quite la bandeja de metal a la lasaña antes de calentarla. Esto de la cocina sale muy caro, ahora entiendo por que los ricos siempre salen a cenar a restaurantes.
Día 5 (viernes): Hoy escribo antes de salir con mis amigos, porque hoy pintan copas y cuando vuelva estaré borracho y dudo que pueda escribir. Por lo demás, ya tengo la serpiente. La he llamado mordisquitos, porque ha mordido al vendedor cuando me la metía en el terrario. Tampoco se perderá mucho si muere, creo que era maricón. Se me han acabado los donettes, así que rezaré para que aparezca asistenta mañana. También he echado la quiniela, será tradición a partir de ahora.
Día 6 (sábado): Hoy ha sido uno de esos días extraños y que nunca llegaré a comprender. Me he despertado en un hotel de Toledo y no recordaba absolutamente nada. La recepcionista del hotel me ha dicho que llegué con una mujer que se marchó 4 horas antes de que yo despertara. Bueno, por lo menos he follado. Al salir del hotel he caído en la cuenta de que no llevé coche, así que no podía estar allí. Lo malo es que mi cartera tampoco estaba, serio problema si tenemos en cuenta que me encontraba a más de 100 kilómetros de mi casa. Por suerte mi móvil si estaba y he llamado a un taxi para que me llevara a casa. He hablado con dos amigos pero iban peor que yo y tampoco recuerdan nada. José, que no bebe porque es un calzonazos y su mujer le tiene dominado, tendría que saberlo. Habíamos quedado para ver el fútbol por la noche, pero no hubo que esperar hasta el partido para saber algo más de aquella noche. A las 7 se presentó en casa una mujer, un pivón, para ser más exactos. Se llama Lucía. Me explicó que la noche anterior yo le había entrado preguntándole si quería ser mi chacha, ella me abofeteó, pero luego y tras explicarle mis peripecias con el microondas comenzamos a hablar y nos acabamos liando. Sin embargo ella tampoco sabe cómo coño acabamos en Toledo, supongo que nunca lo sabré. Por la mañana, al despertarse, me vio medio muerto y decidió llevarse la cartera para saber dónde vivía y para pagarse el autobús. Por supuesto le he dicho que se lo descontaré del sueldo. Ahora me invade una duda, si va a ser mi asistenta y se acuesta conmigo...¿es mi porno chacha?. Nunca he sido bueno en lengua, espero que ella si. Ya por la noche he visto el partido con los amigos y después hemos comentado todo lo que pasó la noche anterior. Me he reído como hacía mucho tiempo.
Día 7 (domingo): En un alarde de imaginación he decidido cambiar de sitio una planta, por fin empiezo a poner las cosas en su sitio. Odio los domingos, hay poco que hacer, creo que me voy a comprar un pin-ball, porque la puta serpiente no hace más que dormir.
Día 8 (lunes): Hoy he llegado tarde al trabajo porque sin querer me he ido sin zapatos y he tenido que parar para comprarme unos por el camino. Como antes me los ponía siempre mi mujer, no estoy acostumbrado. El vendedor no daba crédito, pero yo tampoco. Hoy también ha sido el primer día de trabajo de Lucía. Me ha dicho que era un cerdo por cómo tenía la casa, y no se equivoca. Pero por fin hay orden en mi casa. En su primer día de trabajo ha conseguido limpiar lo que yo he ensuciado en una semana, y le ha dado tiempo a echarme un polvo. Esta tía llegará lejos.
Día 9 (martes): Los martes suelen ser días grandes, pero hoy lo único grande ha sido la ostia que me he pegado con el coche. Menos mal que era el de mi mujer. Ya se sabe, quien se fue a Sevilla... Me han tenido en observación, pero no han encontrado nada malo y en tres horas me han largado. Que feas son las enfermeras de los hospitales públicos, voy a hacerme un seguro privado para poder ver enfermeras que estén buenas. Además, con mi ex-mujer fuera de casa creo que visitaré mucho el hospital.
Día 10 (miércoles): Me siento viejo, recuerdo que antes cuando comía cosas caducadas no me ponía malo, sin embargo hoy tengo una cagalera que se me caen hasta los pantalones por haber abusado del pescado en mal estado. La vecina del tercero me ha invitado a su casa. Por supuesto le he preguntado que si íbamos a follar, pero como no me ha contestado creo que me seguiré tirando a la asistenta que es una puta de campeonato.
Día 11 (jueves): Me he quedado sin champú y he usado pasta de dientes para lavarme. No descarto repetir, porque me encanta el olor a menta que se queda. Por si acaso le he dejado una nota a Lucía diciéndole que compre 10 tubos de pasta de dientes y un bote de champú. También he cambiado la cerradura, no vaya a volver María con ganas de llevarse la tostadora, para un electrodoméstico que se usar... Hoy Lucía ha intentado enseñarme a utilizar la sandwichera, pero he vuelto a acabar en el hospital porque se me ha quedado la mano dentro al cerrarla. Un fallo técnico. Por lo menos me han dado la baja. Lo malo es que ya no puedo hacerme pajas, tendré que pedirle a Lucía que me las haga ella. Menos mal que el Madrid ha pasado a la siguiente fase de la champions y se me ha quedado buen sabor de boca. Un macho nunca sufre.
Día 12 (viernes): Hoy voy a repetir con los amigos, sin mujeres, que son muy golfas y nos putean siempre con sus reglas éticas: Que si no es bueno beber, que no potemos en las tetas de alguna tía, que no tiremos cubos de basura a las vías del tren, en fin, que son unas aguafiestas. Claro que cuando esté lo suficientemente borracho no dudaré en llamar a alguna para intentar profundizar en nuestra relación. Es la mejor excusa, si me reprochan algo diré que iba borracho. Por lo demás hoy ha sido un día muy aburrido, un poco más y me pego un tiro, toda la mañana viendo a la Maria Teresa Campos. Pero es que no me apetecía levantarme a por el mando de la tele.
Día 13 (sábado): Ayer por la noche fue todavía más absurda que la anterior; Hemos matado a una cabra. No se muy bien cómo, pero recuerdo estar todos en una granja de Galapagar, robar la susodicha cabra y despeñarla por un paso elevado de la carretera de La Coruña. Luego nos fuimos a un bar a terminar la noche de la manera más alcohólica posible, pero acabamos nuevamente en el hospital porque Manolo entró a la novia del portero y acabamos todos a palos. A este paso voy a hacerme socio del hospital, porque lo visito más que a mi madre.
Día 14 (domingo): Hoy me he vuelto a acordar de mi mujer y he montado un rastrillo en la calle con la ropa que no se había llevado. He ganado 340 euros. Cuando lo sepa me va a matar. Por la tarde me aburría mucho y me he puesto a jugar al fútbol en el salón de mi casa. Todo era muy divertido hasta que me he cargado el terrario y la serpiente se ha escapado. Sin embargo no he perdido la calma y he abierto la puerta de casa para que saliera sin picarme. Pasadas 3 horas la he visto irse hacia el descansillo de la escalera y he cerrado la puerta por si volvía a entrar. Rápidamente he escondido el terrario para que no pudieran acusarme de nada. Juro que he rezado para que no pasara nada, pero la serpiente ha picado a la vecina de abajo y ha muerto. Daños colaterales. Menos mal que todo tiene su lado positivo, si sus hijos venden la casa igual me la compro y hago un dúplex.
Día 15 (lunes): Ahora que tengo libres las mañanas he estado analizando mi futuro profesional. Creo que tengo el deber como macho de resolver los problemas de nosotros los hombres cara a las mujeres, así que me voy a hacer consejero matrimonial. Este país se hunde y alguien tiene que velar por nuestros intereses y evitar que pase lo que me ha pasado a mi. Lucía me ha aconsejado que me lo piense, pero ¿qué sabrá ella de negocios?. Una mujer dándome consejos, ahora sí que he caído bajo. Esta creciente opresión femenina ha de remitir. Para colmo pongo la tele y no hay nada decente. Cada día la odio más, desde que no ponen partido los lunes no vale la pena ni encenderla, ¿que pretenden que vea, Puta y los siete?.
Día 16 (martes): Mañana es final de mes y Lucía me ha preguntado cuándo le voy a pagar, porque por supuesto la tengo contratada de forma ilegal. Ya he redactado mi primera norma para que aquel calzonazos que acuda a mi consulta se convierta en un macho como yo. He seleccionado un par locales en el periódico, iré a verlos cuando me den el alta, que espero sea lo más tarde posible. Como ya no tengo serpiente y ha resultado ser muy peligrosa, he decidido cambiar de mascota. No más bichos exóticos, me quedo con un perro. Ya decidiré la raza, pero no será un perro rata de esos que Dios creó para los maricones.
Día 17 (miércoles): Hoy ha ganado el Madrid y estoy radiante. La champions es nuestra. Que tranquilidad sin mujeres a mi alrededor revoloteando como buitres, esperando a que me levante para ir al baño para cambiar de canal. Y sin que se preocupen por mi salud limitándome la cerveza. Ya he comprado el perro, es un pastor alemán. A mi me ha gustado porque es una bestia y tiene unos dientes enormes, pero a Lucía no le ha hecho mucha gracia y hoy se ha ido antes de casa. ¿Cómo quieren que aguante a las mujeres si no entienden que si hacen algo que no me gusta les lanzaré a Brutus para que las muerda?. Mira que son raras, si fuera a pegarles un tiro lo entendería, pero un mordisco no es para tanto. Hoy además me he solidarizado con el perro y he ido como él, desnudo todo el día. Lucía ha dicho que parezco un oso con tanto pelo, pero es que si no lo tuviera tendría complejo de maricón.
Día 18 (jueves): Hoy me he comprado un disco por internet. Odio estas nuevas tecnologías, seguro que las inventó un maricón, porque una mujer no sabe y un macho no pierde el tiempo en estas cosas. Un macho se dedica a follar, a dormir, a ver partidos, a beber, a comer y a lavar el coche. Lo demás no está hecho para los machos. Y que conste que si trabajo es sólo para poder hacer el macho de manera más acomodada. Hoy he visto un programa de niños que nacen débiles y han de estar en la incubadora de la maternidad durante semanas para sobrevivir. Estoy indignado. En una de estas incendio la maternidad, los machos sólo nacemos en lugares de machos, como el sofá, el asiento trasero de un coche o la grada de un estadio, con la excepción de los pueblos donde se admiten los pajares. Sólo si la cosa está muy mal se va a un hospital pero de la cruz roja, que como tiene la cruz roja parece más agresiva. Como se puede ver voy avanzando en mi teoría del macho. Pronto seré el Sócrates del siglo XXI, pero eso sí, a lo macho. Lucía me ha insistido por la paga y le he dicho que en tres días se la daría, no la he dejado decir más porque me ha dado un calentón y me la he tirado allí mismo. Como ahora no llevo ropa, pierdo menos tiempo cuando me apetece. Me han llamado mis amigos porque tienen entradas para el Madrid-Depor del domingo. Menos mal que me van a sacar de la rutina diaria, estoy harto de las conversaciones de Lucía. Dudo que alguna mujer tenga conversación interesante, no lo puedo asegurar al 100% porque nunca las escucho, pero es casi seguro.
Día 19 (viernes): He comprado 500 cervezas para el fin de semana. Esta noche he organizado una fiesta en mi casa y le he dicho a Lucía que se traiga unas amigas, cuanto más putas mejor, porque quiero pasarlo bien. Mis amigos me han prometido una sorpresa y estoy que no cago de los nervios. De todas formas y a pesar de la fiesta me he tirado dos veces a Lucía. Es que no tengo otra diversión, lo malo es que habla. Ojalá fuera muda. He escrito un anuncio en el periódico: “Macho busca sumisa para hacer todo tipo de tareas sin rechistar y que practique el sexo en todas las posturas. Sólo mudas. Abstenerse sordomudas“. Seguro que antes de que chasquee los dedos caerán siete u ocho.
Día 20 (sábado): Hoy me he despertado a las siete de la tarde. La bacanal de ayer fue espectacular. Fue genial, siete mujeres cumpliendo nuestros deseos fueran cuales fueran y a la par bebiendo cerveza y viendo una reposición del partido de la final de la séptima copa de Europa que ganó el Madrid. El sueño de un macho, hecho realidad. El regalo de mis amigos me emocionó. Era nada más y nada menos que un bonoputas de diez viajes. Me dijeron sabían que no estaba bien, pero yo les respondí que un macho nunca se arruga salvo cuando envejece, y que si envejece es por culpa de las mujeres que nos dan muchos disgustos.
Día 21 (domingo): Hoy me sentía amable y he sacado el dinero para pagar a Lucía. No he hecho muchas cosas, como de costumbre, pero como es el día libre de Lucía he tenido problemas para saciar mis ganas de sexo. Llamé a Lucía para que viniera, pero no cogió el móvil. Luego intenté follarme el aspirador e incluso intenté enseñar a Brutus a mamarmela, pero nada dio resultado, así que tuve que forzar mi dolorida mano para hacerme una paja. Pero sólo por el hecho de que la vecina del edificio de enfrente me haya visto por la ventana hacérmela, ha valido la pena. A las 6 he quedado con los amigos para ir a ver el partido del Madrid, porque antes hay que emborracharse, claro. ¿Qué es un hombre sobrio en un estadio?, pues un maricón, está claro. Cuando se me ha pasado un poco la borrachera y me he enterado de que habíamos ganado, hemos hecho lo que hacen los machos en tan alegres circunstancias: enseñarles el culo a los aficionados contrarios y ofrecer el miembro a las aficionadas rivales para que feliciten a los ganadores como sólo ellas saben. Hemos acabado en comisaría, como de costumbre, pero esto ya es tradición.
Día 22 (lunes): Desde que tengo la baja adoro los lunes porque no hay que trabajar. Lo malo es que hoy casi me da un infarto por culpa de Lucía y creo que he envejecido diez años. Lo que yo decía, las mujeres nos van a matar. Resulta que Lucía era una puta y me pide más de 25.000 euros de factura. ¿Cómo iba yo a imaginar que era puta?. Lo que no me cuadra es que me cobre ella a mi y no al revés. Estar con un macho como yo es como tocar la Luna. Le he dado 600 euros y le he dicho que no le iba a dar más. Me ha dicho que ya me lo pagaría en tono amenazante y que mañana no vendría a currar. No importa, aún puedo vivir una semana hasta que esto parezca una pocilga, y para entonces ya tendré asistenta. Voy a beberme tres cervezas.
Día 23 (martes): Sin noticias de Lucía, así que he llamado al Telepizza para comer algo. Hoy dentro de una semana el Madrid juega la final de la champions. Será un acontecimiento único. Tengo que hacer algo para ir a ver ese partido.
Día 24 (miércoles): He contratado a un matón por 2.000 euros para que robe una entrada para el partido de la final de la champions. Me ha dicho que en 2 días me tendría la entrada.
Día 25 (jueves): Hoy me he sentido por unos segundos acojonado, porque un macho no tiene miedo, se acojona, que para algo tiene los cojones. Me ha hecho una visita un mafioso, que por lo visto era el chulo de Lucía, y me ha dicho que o pagaba en una semana o moriría. Estoy un tanto intranquilo, pero yo no me amilano, así que me he puesto a beber cerveza. Pronto me han entrado ganas de follar, y como tengo el bonoputas, no he dudado en utilizarlo. Por la noche he ido a cenar al bar y he llamado al jefe para insultar a su mujer. Ha sido muy productivo, porque me ha despedido. Justo lo que yo pretendía. Mañana empezaré a buscar local para mi consulta de asesoría matrimonial.
Día 26 (viernes): Hoy ha llegado el matón a sueldo con la entrada que le encargué. Hoy soy más feliz que de costumbre. Además he decidido acondicionar mi casa para la consulta y así ahorrar costes. Hoy voy a salir con los amigos para celebrarlo. Y hoy pago yo, que para algo soy tan macho.
Día 27 (sábado): Ayer ligué con una sudamericana. Mira que era fea, pero en la cama tiraba incluso mejor que Lucía. Me ha ofrecido ser mi esclava sexual a cambio de casarse conmigo para obtener los papeles, pero no quiero tener más problemas así que he decidido negarme. Recuerdo cuando María me pidió que me casara con ella. Ella si que parecía sincera, por eso me gustó, porque a parte de sumisa, era sentida. Pero lo veo lógico, ¿qué puede haber más placentero para una mujer que vivir para mi?. Hoy no he salido, estoy ultimando la apertura de mi negocio y he comprado el billete de avión para París para ver la final de la champions.
Día 28 (domingo): Hoy me he acordado de que Brutus lleva una semana encerrado en el trastero con el bozal puesto. Pero ya era tarde para él, porque había muerto. Lo he dejado en la puerta para que el portero pase a recogerlo mañana. La estrecha de mi vecina me ha limpiado la casa, pero después no ha querido limpiar nada más, así que no le he dado propina. Este mundo se parece cada día más a un infierno donde las mujeres puedan tomar decisiones a espaldas de los hombres. Sólo de pensarlo envejezco. Esto pasa porque cada día hay más maricones. Menos mal que mañana me largo a París y no pensaré en la debacle que los machos estamos sufriendo.
Día 29 (lunes): Hoy he viajado en avión y me he llevado una desagradable sorpresa porque no existe ninguna “clase macho”. Esto tiene que cambiar, no he dudado en sugerir que instauren dicha clase, con mujeres haciendo stripteasse, mucha cerveza y demás diversiones propias de nuestra hombría. El hotel en el que me alojo se llama “Le soleil du Paris”. Como yo se idiomas, entendí perfectamente que eso significa los solteros de París, con lo que imagino que a la noche vendrán putas para amenizarme la espera del partido. Mientras aguardo su llegada voy a pedir unas birras al servicio de habitaciones.
Día 30 (martes): Hoy ha sido el mejor día de mi vida. El Madrid ha ganado la décima copa de Europa. Son las 5 de la mañana y acabo de follar con una francesa que me he encontrado por la calle y que me ha hecho de todo y ha puesto la guinda a este día tan glorioso. Por cierto, ahora entiendo por qué le llaman francés, si es que las españolas no lo saben hacer... Mañana vuelvo a España sobre la hora de comer. Pronto hará un mes que la perra de mi mujer se largó de casa. No sé absolutamente nada de ella. La voy a echar de menos por lo servicial que era. Pobre, lo que va a sufrir sin mi. Ahora voy a echar a esta golfa de la habitación porque ya me está tocando los cojones habla que te habla. Lo que yo digo, la mujer perfecta no existe, pero una buena sería muda.
Día 31 (miércoles):
Noticias del miércoles 31 de Mayo de 2006: Muere un hombre en su domicilio de Madrid apuñalado a las 4 de la tarde. Su nombre era Julián Merenguez. Según fuentes cercanas a la investigación, la mafia de las prostitutas puede estar detrás del crimen. Sus amigos siempre le recordarán como era: Un macho de los que nunca se olvidan....
Moraleja del macho: A quien mala puta se folla, pronto le cortan la polla.
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