Caution!: Only Available to Fuck

Ayer descubrimos la famosa organización no lucrativa COAF (Caution!: only available to fuck), compuesta por miles de niñas rozando o en plena minoría de edad y vestidas "de domingo" pidiendo que descargues tu "Makelele" en ellas. Ver pero no tocar, una cuestión de fe.

A los chavales sin embargo se les ve pardos, borrachos e incluso mudos, pero que cada palo aguante su vela, ¿no?. ¿Es esta juventud sana?. ¿Es normal ver a un pastor de ovejas ser meneado por la oveja dominante?. Nunca lo sabremos y quizás nunca nos importe.

La noche comenzó muy fresca, con Jordi remojandonos al aparcar al lado de unos aspersores. Tras una breve espera, nos dirijimos a las fiestas. Hoy chatungas, no bebí. Parecíamos una panda de Undertakers con ganas de todo, pero nada más lejos de la realidad, ya que dejarse el cerebro en casa fue solo el primero de los errores de la noche.

Comienzan las hostilidades: "¿Niñaaa quieres un empaste?", de esta guisa llegábamos al parque, la cosa prometía. Nos encontramos allí a César y a Sergio (éste último excompañero en Dell) con el que Fer y yo revivimos grandes momentos...

Ayer fue un día en el que dimos menos vergüenza ajena, pero igualmente divertido. La coña del Pressing Catch sustituyó a la de la Chatunga con mucho éxito, lástima que al final, ninguna nos trabajara el pechito jejeje. Las chatungas de ayer también fueron, pero estuvieron más a su bola y algo menos divertidas. Ya se sabe que donde manda pastor...

La noche siguó avanzando y llegamos al punto clave de la noche: El conocido como MOMENTO CÍTRICO, las 3 de la mañana. Todos sabíamos que era el momento clave de Jordi, y veníamos bien preparados para suministrarle limones jajaja. Menos mal que, ya sea por la coña o porque se lo estaba pasando bien, se quedó hasta las 4 in the morning.

Para esa hora ya estábamos en la bolera haciendo de las nuestras, un video que está a vuestra disposición cuando queráis, lo corrobora: Volvemos a las andadas, somos auténticos undertakers. Se fue Jordi como decimos y fuimos a por mi coche; qué grandes somos el señor Amichis y yo, capaces de las gracias más ridículas y de las tertulias más cultas, todo un partido. El caso es que fuimos al Windsor y quedará para el recuerdo el momento Carlos Sainz de la familia Ruiz, o cómo 4 machos no fueron capaces de cambiar una rueda pinchada, es más se la cepillaron por brutos jajaja. Recordad que esta coña durará bastante tiempo...

La noche no dio para mucho más: chatungueamos los dos en el sitio un rato y a casita, que ya estaba todo hecho.